“Educar una mujer es educar a una familia”
Recuerdo con cierta
frescura que esta frase se encontraba escrita en la pared de uno de los salones
de la primaria pública que está en Calpan.
Este recuerdo vino a mi
mente el día de ayer que vi una imagen
de Pepe Mujica, donde dice que la educación se adquiere en casa y la única labor
del docente es enseñar en el aspecto académico y guiar para fortalecer los
valores, sin embargo; ¿qué pasa cuando los padres de familia son los que no
tienen estos fundamentos?
Ahora que me encuentro
participando como asesor docente, veo la gran responsabilidad que hay en la
enseñanza, sin embargo es más delicado y se debe hacer con mayor cautela cuando
se es una guía de educación enfocada a los adultos, donde se procura fomentar o
reforzar valores, si bien en algunos casos solo se le pone nombre a los conocimientos previos que cada educando tiene, y
la didáctica es un poco a la inversa, el adulto al igual que un niño hará lo
que su maestro hace, con la
diferencia de que será un comportamiento que será el modelo de comportamiento
en su entorno.
Por lo que el cambio de
una sociedad, proviene desde la misma sociedad, trabajando en conjunto para fortalecer los valores y proyectándolos generando un ambiente más sano de convivencia.
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