lunes, 29 de febrero de 2016

No veo televisión porque es muy fome

El amor es un recorrido 
Que uno se va inventando cuerpo adentro 
Es una historia 
Que nos contamos en las noches de insomnio 
Cuando añoramos lluvia 
Imaginamos cuerpos 
Acariciamos el tibio  cuerpo del gato 
Nos adormece el ronroneo 
La noche caliente 
El amor negado
Las cartas en el aire 
Y el beso deseado 
Que siempre nos imprimen otros labios 
Adriana Díaz Enciso

Últimamente he notado que varias personas publican acerca de los diferentes tipos de servidores que ofrecen series de televisión, en lo personal usaría el termino canal, sin embargo las nueva terminología me hace dudar en cual es vocablo acertado hacia este nueva forma de ver series televisivas.

No quiero sonar anticuada ni prepotente al decir que no consumo este tipo de entretenimiento , pero si es una realidad que casi no he visto televisión en el sentido de que no me he es fácil  estar viendo durante dos horas una pantalla, (sé que es un tanto irónico que yo diga esto) sin embargo , muy pocas series son las que realmente me han envuelto o captado mi atención; antes veía más TV cuando tenía casa propia y una recámara para mi sola en donde contaba con un televisor el cual sólo ocupaba para ver conciertos y programas de videos musicales, y muy rara vez películas que transmitían en canales como el 11 (que fue en donde vi por primera vez The Wall) 22, 34 y 40.

Como mencioné anteriormente muy pocas series me han envuelto, sin embargo la que más me he conmovido desde hace que la vi por el canal 22 fue “Acariciando el terciopelo”  serie de tres capítulos, la cual narra el amor lésbico que se da entre las protagonistas, quizás no la vi con la profundidad erótica y la particularidad narrativa que tiene esta serie de acuerdo a las críticas que he leído,  la razón por la que me gusta es por la parte final donde Nan, tiene que decidir entre un amor apasionado o un amor sincero.


jueves, 4 de febrero de 2016

La música y la literatura han sido parte importante en mi vida, no recuerdo con exactitud cuando estas dos artes empezaron a fusionarse en mi ser. 

Mi carrera como lectora empezó muy joven, al grado de leer temáticas que en su momento no comprendía totalmente, de hecho el primer libro que leí en su totalidad fue "Pregúntale a Alicia" un libro-diario de una joven drogadicta que vivió a mediados de la década de los setenta y lo que me orillo a leerlo fue que en la sinopsis aparecía las siglas LSD, y en esos días había leído una nota acerca de pink floyd, en donde decía que muchos de sus seguidores comparaban sus presentaciones con viajes de dicha sustancia. 

Esto lo empecé a escribir por la cantidad de material bibliográfico que he adquirido a través de los años y que ahora me encuentro en un proceso de depuración por la necesidad de reducir mi espacio de vivienda. Hay libros que ya no son parte de mi, como varios títulos de Anne Rice, incluso en libro tan anhelado de Adriana Díaz Enciso, que tarde años en encontrar y que finalmente lo hice en el homenaje del primer aniversario luctuoso de Rita Guerreo, a quién dedique la primer entrada a este blog. 

Y bueno, no sólo he regalado bibliografía, también he regalado/vendido varios discos que en su momento fue hermoso tenerlos, sin embargo era tiempo de dejar que otras personas los disfruten.
Paseos y visitas familiares

Desde mi infancia todos los viajes vacacionales tenían dos destinos principales: Puebla o Guanajuato, en la primera ciudad es donde más tiempo he estado, cuna de la familia de mi padre y que he considerado una ciudad para vivir en el futuro; en la segunda es el lugar donde tengo familia de parte de mi madre, un tío era dueño de un antiguo casco de hacienda y que en la actualidad  se conserva la casa, que en su tiempo fue de los trabajadores.

No ha pasado mucho tiempo del primer viaje sola a Cholula a casa de una tía, aún recuerdo vivamente como llegue a la terminal de autobuses "Tapo" y compré mi boleto con descuento de estudiante, (creo que ahora me emociono más por esos descuentos que cuando era estudiante regular de secundaria), recuerdo que fue en Semana Santa, al llegar a la terminal de Cholula y buscar la dirección me desconcertó buscar la calle, porque tienen numeración de acuerdo a los puntos cardinales, a partir de la avenida principal, y terminé por preguntarle al vendedor de "bon ice" por la calle.

Un par de días después fue al pueblo y Lolis me vio con cara de escépticismo al saber que había ido allá sin mi mamá y sobretodo sin mi tío tras de mi.